Por la caja, todos a una
La tarde de ayer, Rosa Díez se quedó sola a la hora de votar una moción de UPyD para “despolitizar” las cajas de ahorro, es decir, para liberarlas de su actual servidumbre a los intereses inconfesables de partidos políticos, sindicatos y fuerzas vivas locales, con el fin de convertir a las instituciones que controlan el 51% del negocio bancario español en verdaderas entidades crediticias al servicio de los clientes, gestionadas por profesionales e independientes de la presión de sus actuales dueños de facto para, por ejemplo, condonar créditos a los partidos políticos y financiarlos de otros mil modos turbios.
Es evidente que la reforma de la anacrónica regulación de las cajas de ahorro urge por las exigencias de saneamiento del sistema financiero, pues las cajas se han convertido en bombas de relojería por riesgos acumulados de magnitud en buena parte desconocida. Por ejemplo, la insolvencia de muchas debido a su abusiva implicación en la burbuja inmobiliaria (son las principales acreedoras de esa escalofriante cifra de 350.000 millones de euros en créditos inmobiliarios probablemente incobrables). Y además hay razones de justicia no menos urgentes: los privilegios y chanchullos que prodigan a sus beneficiarios, inaccesibles para los simples particulares que, encima, son quienes las sostienen con sus depósitos y nóminas.
La moción de UPyD que todos los demás partidos han votado en contra, como un solo hombre o mujer, pedía cosas tan insólitas –aunque adoptadas en muchos países europeos desde hace años- como separar la “obra social” del negocio bancario, que debe regirse por criterios profesionales de rentabilidad, impedir a las comunidades autónomas que puedan vetar fusiones de cajas o cambios similares –como pretende la ley de Núñez Feijóo que el Gobierno ha decidió recurrir ante el Constitucional-, poner al frente de la gestión a profesionales, someter las decisiones estratégicas al control del Banco de España, y erradicar la manipulación actual que ha convertido la representación en los órganos de gestión de trabajadores y clientes en sendas representaciones delegadas de partidos y sindicatos. Entre otras cosas. Pues bien: PSOE, PP, CIU, PNV, ERC, CC, BNG, IU-IPC, NaBai y tuti quanti han votado unánimemente en contra. El mismo día en que un inspirado Eduardo Sotillos explicaba en su blog que el ascenso de la popularidad de UPyD expresa la indiferencia de algunos votantes… ¡por las diferencias de programa entre los partidos! ¿No es desternillante?
Se trataba, claro, de la caja, o mejor dicho, de la libertad de meter mano en ella para financiar todo tipo de intereses espurios, políticos en el sentido peyorativo del término, porque poco tienen que ver con el interés público inversiones disparatadas como el aeropuerto de Ciudad Real que ha hundido a Caja de Castillla-La Mancha, o la especulación inmobiliaria a la que casi todas se echaron a tumba abierta. Otro de los ingredientes obvios de la crisis económica, en curso, una crisis económica agravada por una crisis política consecuencia de un sistema de partidos degenerado. Pero claro, ya lo dice José Blanco: ¡es una conspiración internacional contra nuestro maravilloso sistema! Y contra el euro, o.c.
El comentario de Carlos da en el clavo. Hay pocos temas que susciten unanimidad. Quitando a la díscola Rosa Díez, nadie del chiringuito político quiere que se toque el chiringuito de las cajas de ahorro. En España se han generado 17 oligarquías burocráticas, una por Comunidad Autónoma, que sustentan su poder en el control de los presupuestos autonómicos y el manejo de las Cajas de Ahorro. En las Comunicades se coloca el personal de primera fila, los Camps y los Montilla. En las cajas se coloca a los reciclados, los Narcis, Hernández Moltó y Rato.
La politización de las cajas y la feroz resistencia a corregirla es una muestra más de que los partidos se han convertido en macroestructuras cuya finalidad fundamental es la perpetuarse; no defienden ya intereses de clases o sectores económicos sino los propios, su mantenimiento y también el interés personal de sus miembros. La denominación «clase política» es, pues, muy acertada. En esa carrera hacia su perpetuación, los políticos nos están llevando al abismo. No es extraño que en las encuestas los ciudadanos los consideren uno de los principales problemas, en lugar de la solución o parte de la solución.
-Tener una caja de ahorros está muy bien.
-Hombre asi gobernamos mejor.
-Claro tenemos dinero, para nuestras cosas.
-Ten en cuenta que un partido politico como el nuestro tiene sus gastos.
-Hombre claro.
-Además invertimos donde hay que invertir.
-No podemos olvidar a nuestros amigos.
-Y nuestros intereses electorales, que a la larga es lo más importante.
-Que complicado es mantenerse en el poder a toda costa.
-Pues sí amigo.
-Menos mal que controlamos las Cajas.
-Hombre, ya te digo.
Buscando en las ediciones digitales de los principales diarios nacionales, tan sólo encuentro información sobre la moción de Rosa Díez en El Mundo:
http://www.elmundo.es/mundodinero/2010/02/09/economia/1265741915.html
Y la verdad es que el titular es bastante sibilino:
«Rosa Díez no encuentra apoyos para su moción sobre la reforma de las cajas de ahorros».
Me llama la atención que falta la palabra «despolitización» en el titular. De esta forma se evita mostrar cualquier tipo de información sobre el contenido de la propuesta. A no ser que se acceda al contenido de la noticia, no es posible diferenciar la propuesta de UPyD de las reformas propuestas por otros partidos políticos.
Accediendo a la noticia. Se pueden ver todo tipo de ridículos argumentos para justificar el rechazo de la propuesta. Pero yo me quedo la de la diputada socialista Marta Gastón que «resaltó la buena gestión de las cajas y que los directivos profesionales de bancos de EEUU y Reino Unido no han evitado el desplome de algunas entidades». Con dos cojones.
La verdad es que no sé de qué os extrañais, ¡ni que fuera nuevo! que la mascota te quiera morder si ve que quieres quitarle SU comida.
Y así es como lo ven, como SU derecho, SU botín de guerra electoral, SU parte del pastel.
Mientras no se aborde en profundidad y con audacia el condicionante de fondo que subyace a la casi totalidad de nuestros problemas, que a mi juicio es la actual organización del Estado, no habrá forma de enmendar todos los defectos que conlleva.
Por ejemplo: mientras la financiación de las entidades locales dependa sustancialmente de la ordenación del territorio, la especulación del suelo, la financiación de esos intereses de parte o la corrupción urbanística, permanecerán como recurrente espada de Damocles.
Mientras las comunidades autónomas se mantengan como modelo de descentralización del poder y no como entes de descentralización de los servicios.
Mientras las Diputaciones provinciales se mantengan como entes indeterminados, como hermafroditas institucionales a caballo entre los ayuntamientos y las CC. AA.
Todo se resume en un reparto de intereses de una tarta institucional, donde los problemas no nacen de las necesidades de los ciudadanos, sino de las aspiraciones de los representantes políticos, de SUS intereses.
Supeditando siempre las necesidades ciudadanas a los intereses políticos, ni legítimos, ni honestos. Pero Sotillos prefiere marear la perdiz ¡lógico! y no le falta razón cuando afirma «en ese limbo se mueven con facilidad los demagogos» ¡Si lo sabrá él!
Pdta. El argumento de la Gastón pide mármol a gritos. Semejante ocurrencia debería de pasar a la historia del disparate nacional.
El asunto de las Cajas de Ahorro es muy serio y será necesario poner orden de manera inmediata si no se quiere correr el riesgo de que se puedan producir graves problemas en ellas. Los políticos no pueden decidir sobre el control y la actividad de las mismas, pues no son profesionales ni técnicos bancarios ni financieros.
Para los de las cajas y para los políticos en general, tengo noche ¨lírica».
Qué gustoso sería si se aplicara este poema en escaleras del ayuntamiento de Toledo…
«Nobles, discretos varones
que gobernays a Toledo
en aquestos escalones
desechad las afysiones
cobdicias, amor y miedos.
Por los comunes provechos
dexad los particulares
pues vos fiso Dios pilares
de tan rriquisimos techos,
estad firmes e derechos».
(Poeta Gómez Manrique=tío de JorgeManrique)
Un bilbaino