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Las Primarias del PSOE: todos pierden

En el momento de escribir estas líneas todavía se ignora oficialmente quién ha ganado las primarias socialistas de Madrid, si la candidata de Ferraz, Trinidad Jiménez, o el candidato de sí mismo y de la creciente legión de socialistas descontentos, Tomás Gómez, pero parece que se trata del segundo.

Con independencia de quien haya ganado y por cuánto –cabe suponer que la diferencia entre ambos candidatos será estrecha-, hay un perdedor seguro: José Luis Rodríguez Zapatero. Y con él, el PSOE en tanto que partido incapaz de adaptarse a los tiempos que corren, anclado en un concepto degenerado de la política que el propio Zapatero ha encarnado como nadie y con resultados conseguidamente calamitosos. Una política carente de otro objetivo que mantenerse otro día más en el poder, sin otro principio que la perduración y el enquistamiento en las instituciones para vivir de ellas, sin otro discurso que el oportunismo sonriente y la vacuidad tintineante aferrada a tópicos insultantes y a conveniencias demoscópicas. El modo de hacer las cosas que ha hecho indistinguibles las instituciones democráticas y la acción política de las tertulias radiofónicas y los programas televisivos de frikis y majaderos famosos. Un, en fin, impresionante desprestigio de la política misma, reducida a un póker interminable de tramposos y logreros.

Zapatero se convirtió en el gran perdedor en el instante en que intentó manipular las primarias –por un instinto de manipulación que en él parece un atavismo a lo Pavlov- y fracasó, parcialmente, en el empeño. Fracaso parcial porque unas primarias orientadas a dirimir un problema de liderazgo interno dejan de ser lo que se pretende que son, a saber, un procedimiento más abierto, más transparente y más competitivo para elegir al candidato principal de un partido. De modo que Zapatero y sus fieles han tenido éxito en el intento de convertir sus primarias en otra cosa, pero han fallado porque no han conseguido que esa cosa fuera la que ellos querían, a saber, una competencia entre Trinidad Jiménez y alguien destinado al fracaso.

De haber ganado Trini, Zapatero (y con él otros eximios socialistas como Pepe Blanco y Alfredo Rubalcaba) debería enfrentarse a la acusación de imponer a su candidato con malas artes, tal vez recurriendo al pucherazo y, en cualquier caso, debilitando de nuevo al PSOE de Madrid al dividirlo casi por la mitad, con lo que llegarían a las elecciones de mayo en peores condiciones que de no haber celebrado primarias (si ello es posible). Pero al ganar Tomás, el exalcalde de Parla, no se renueva el liderazgo socialista, sino que triunfa el “sálvese quien pueda” abierto por la irreversible agonía del zapaterismo. Nos hallamos pues ante una sentencia ya dictada de la que sólo se ignora la fecha de ejecución: la caída de Zapatero y, quizás, una crisis total del PSOE de imprevisibles consecuencias.

El PSOE ya sólo tiene a su favor las propias características de un sistema político muy favorable gracias a una ley electoral cortada a su exacta medida, y la nada despreciable ventaja de la vergonzosa ineptitud de la oposición popular. La noticia del resultado de las primarias llega el mismo día en que la encuesta del principal diario mentor y amigo, la de El País (que también se verá salpicado por este proceso degenerativo que ha auspiciado como pocos), daba el dato de que la intención de voto al PSOE podría estar ya por debajo del 30%. Y, cerrado el siniestro pacto con el PNV para deshacer lo único de común e igualitario que quedaba en España, las políticas activas de empleo, todavía le queda a Zapatero un año largo hasta las próximas elecciones generales. Un año que va a ser pródigo en malas noticias económicas, laborales y políticas. Así que todavía podría lograr que el PSOE bajara del 25% de los votos emitidos en 2012, la barrera sicológica y estadística que, a decir de algunos politólogos, separa a un partido de gobierno de un partido menor. Sólo que es muy distinto ser un pequeño partido nuevo que un viejo partido empequeñecido por sus propios méritos…

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5 comentarios a “Las Primarias del PSOE: todos pierden”

  1. YAGOCEUTA dice:

    Al típico «se veía venir», añado el siguiente enlace, por la única y simpática razón de la coincidencia del dibujo que ilustra este comentario con un artículo que me fue publicado en «El Faro de Ceuta» el 17 de mayo de 2010. Curioso.
    http://www.elfarodigital.es/blogs/jacob-hachuel/6915-zp-manostijeras.html

  2. Sake dice:

    -Escucha siento una profunda pena…
    -¿Pena de qué?
    -¿ves como esta el Psoe?, pues de éso.
    -Ellos se lo han buscado, a mi más pena me da España y todos los españoles.
    -Es que esto es malo para la Democracia.
    -Mira no te preocupes de la Democracia que es muy resistente y hay otros partidos.
    -Ya estamos con UPyD.
    -Pues si mira por donde.
    -Eres pesao ¡eh!.
    -Y tu cerrao de mollera.
    -¡ah!.

  3. alcotarelo dice:

    No he podido ver esas encuestas publicadas en El País. Pero lo vi en el programa de Iñaki Gabilondo en CNN+.

    Tan interesante o más que la propia información, es observar de qué modo la presentan y leer entre líneas qué puede significar realmente esa información y la forma de darla.

    Coincido con Carlos en que si Prisa reconoce un 28% de intención de voto al PSOE, es que deben de estar por el 25 % o incluso menos. Lo cual, pese a als campañas de imagen de ZP y su control de los medios afines, es lo mínimo de esperar dada la situación del país.

    La pésima valoración de Zapatero y Rajoy (algo peor la de Zapatero) también es significativa. Y en este caso, pese a los intentos de Gabilondo por justificar y salvar a ZP y hundir a Rajoy, interpreto que esos datos deben de estar también cepillados a favor de Zapatero.

    Para mí, lo más interesante fue cómo en Prisa dan por defenestrado a Zapatero y abogan abiertamente por que sea sustituido por alguien de de reconocida solvencia (¿Rubalcaba, Blanco?) que ellos sea capaz de enderezar la pésima situación. Y supongo que buscarán a alguien más próximo a Prisa y menos a MediaPro que Zapatero. ¿Rubalcaba?.

    Dudo mucho que ni ellos mismos se crean que la situación electoral del PSOE es enderezable, ni aún quitando de en medio a Zapatero. Creo más bien que en Prisa se han dado cuenta de que su única baza desesperada (para evitar un gobierno de Rajoy declaradamente hostil a sus intereses empresariales) pasa por intentarlo. Y para que la jugada tenga alguna posibilidad remota de funcionar, debe al menos parecer posible. De modo que interpreto que en esas andan Gabilondo&Cía.

    Cuando el gran estadista Durán Lleida dijo que no apoyaría los presupuestos generales, muchos dieron por muerto al gobierno de Zapatero. Meses más tarde, la carísima tabla de salvación de los independentistas del PNV (con sus 6 diputados por menos de 300.000 votos) parecía asegurar la continuidad del gobierno hasta agotar la legislatura.

    Hoy sin embargo, me da la sensación de que las conspiraciones internas para destituir a Zapatero pueden haber comenzado dentro del PSOE. Y más que por los intereses de Prisa, pueden ser determinantes las paupérrimas espectativas electorales del PSOE en las elecciones autonómicas y municipales, que pueden provocar el pánico entre la gran masa de altos cargos socialistas apegados a su sillón y su sueldo a cargo del erario público.

    Pero tampoco creo que Zapatero, cuyo proyecto político se reduce a buscar su permanencia en el cargo y su control dictatorial del partido, vaya a irse voluntariamente a las primeras de cambio.

    Así que creo que mientras la economía sigue degradándose y el paro aumentando, es posible que asistamos como meros espectadores a una lucha encarnizada dentro del PSOE y del gobierno que puede dejar muy pequeña la de los felipistas contra los guerristas.

    De modo, que podríamos asistir durante cierto tiempo a un espectáculo de un gobierno agonizante, en desintegración y colapso interno (además de inútil e incompetente), mientras el país se desangra por la crisis económica.

    Menudo panorama.

  4. alcotarelo dice:

    Creo que tras lo que queda de legislatura con un gobierno inoperante consumido en unas guerras internas intestinas, ahora mismo el panorama tras las elecciones generales puede ser, indudablemente una mayoría absoluta del PP, y un hundimiento de tal magnitud del PSOE que el partido más votado de la oposición sea incluso iU. Y con un grupo parlamentario de UPyD bastante fuerte.

    No creo que ni en Prisa sueñen con que el PSOE pueda evitar ese hundimiento ni cambiando de líder, como defienden. Creo más bien, que tratando de cambiar al presidente y candidato, y publicitando las posibilidades de ese nuevo líder de obtener un buen resultado y de formar gobierno (como defendían en su día las posbilidades de Almunia antes de las elecciones), pretender evitar al menos que la caída del PSOE sea tan tremenda como ahora mismo parece.

  5. alcotarelo dice:

    De todos los comentarios desafortundos, probablemente el más indignante fue el de Ernesto Ekaizer cuando vino a decir que como las previsiones son que esta crisis durará como poco hasta 2017-2020 con una tasas de paro altísimas, pues que eso se lleva por delante no sólo al gobierno de Zapatero, sino también al futuro gobierno de Rajoy e incluso al gobierno siguiente.

    Y le debía de parecer muy gracioso que vaya a haber unas tasas de paro altísimas durante los próximos 10 años, pues lo decía riéndose y con una sonrisa de oreja a oreja.

    Por otra parte, obviamente el comentario pretendía simplemente exonerar de toda responsabilidad al gobierno de Zapatero de las altísimas tasas de paro. Como si el gobierno fuera alguien que pasaba por allí. Pero lo curioso es que reconoce explícitamente que el PP ganará las próximas elecciones sí o sí. Lo cual entra en contradicción con toda la línea argumental de Gabilondo de que el desgaste electoral del gobierno no es irreversible y que existen personas en el PSOE capaces de revertir la situación y ganar las próximas elecciones.

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