El pastel de ETA en el horno del PSOE
Permítanme, como continuación de las reflexiones de Rosa sobre la negociación del PSOE con ETA –no es nueva, todo indica que nunca fue interrumpida-, entrar en el proceloso terreno del quid prodest?, es decir, de a quién beneficia toda esa maniobra y qué horizonte político de llegada ha trazado el estratega de turno como justificación de la misma. Comenzando por lo segundo, sospecho que la idea es propiciar una vuelta de Batasuna a las instituciones vascas y navarras –donde realmente no ha dejado de estar bajo la franquicia ANV- compatible con la continuidad de una ETA cada vez más apagada, y que por eso mismo no es ya vital condenar. La única condición para permitir que el brazo político de la banda vuelva a ser legal será que no justifique las “acciones armadas” ni les dé cobertura política activa. Se espera, por otra parte, que el proceso de descomposición de la banda, unido a la eficacia policial, ayude a no tener que poner a prueba el compromiso de una Batasuna refundada sobre la oportuna mula parda aportada por EA, la antigua escisión del PNV que atraviesa sus horas más bajas.
¿Y a quién beneficiaría –quid prodest– este arreglo?: naturalmente a un PSOE en sus horas más bajas, que necesita con urgencia presentar como un triunfo propio el arreglo del problema terrorista vasco, tanto en el conjunto de España como en particular en Euskadi, donde cunde el desánimo entre la hueste socialista porque a los efectos de la crisis económica se une la temprana amortización del gobierno de Patxi López, perfidia del mismísimo Zapatero en beneficio de un exultante PNV.
El PNV está en la operación. Ellos siempre han apoyado, por los beneficios que les reporta, que Batasuna esté en las instituciones vascas. Al fin y al cabo, ¿no fue vital el voto tasado de Otegi y sus huestes del Parlamento Vasco para que Ibarretxe sacara adelante sus presupuestos? (¿y no les recuerda esta maniobra otra muy reciente ocurrida en la Carrera de San Jerónimo, con ZP como mr. Spock?) Por otra parte, Batasuna y PNV apenas compiten en la captación del voto abertzale: el primero domina en Vizcaya y en las ciudades grandes, el segundo Guipúzcoa con ciertas zonas de Navarra y el mundo de los municipios medianos y pequeños. En resumidas cuentas, PNV y Batasuna compiten entre sí menos que estos últimos con el PSE-PSOE.
Verán: con una Batasuna remozada y bendecida por la fiscalía del Estado (o sea, por el Gobierno), el PSE puede aspirar a recuperar sin sobresaltos ni acosos insoportables la alcaldía de importantes municipios vascos donde la marca política etarra es primera o segunda fuerza. Sitios importantes como Pasajes, Hernani o Rentería en Guipúzcoa, o Llodio en Alava. Naturalmente, para eso haría falta un pacto municipal entre socialistas y batasunos que al PNV le da más o menos lo mismo porque mantendría sus propios feudos y dispondría del apoyo estratégico de Batasuna para el avance del independentismo, que es de lo que se trata. Y para el PSE, Batasuna haría el papel que ERC ha hecho en Cataluña: una fuerza independentista dispuesta a pactar con los socialistas. No para recuperar el gobierno vasco a corto plazo con nuevo socio parlamentario, pero sí para paliar los efectos de la amortización precoz de Patxi López y del presumible hundimiento socialista en las elecciones del 2012 (que quizás no fuera tanto, o podría incluso invertirse, si saliera bien esta alambicada aunque vulgar operación de rescate de la “ETA política”, presentada como fin de la violencia).
Si alguien tiene dudas sobre la verosimilitud de este acuerdo entre PSOE y PNV para rescatar a Batasuna de la ilegalidad aunque ETA siga en sus trece, que repare en el medido número de declaraciones de Urkullu y otros dirigentes del PNV diciendo que lo principal de la pacificación ya está pactado. Es obvio que Rubalcaba no iba a malgastar su precioso tiempo pactando con los nacionalistas las partidas del Presupuesto, sino cosas de mayor sustancia y riesgo. En particular la escenificación de un fin de ETA que a los nacionalistas no sólo les saldrá gratis, sino que les reportará sustanciosos beneficios. Y ello sin que se cumpla condición alguna previa de fin incondicional y duradero de la violencia, pues el que Jáuregui ha bautizado como “proyecto político de la izquierda abertzale al que ETA daña con sus acciones violentas” (será que ETA se hace daño a sí misma con su pertinaz inconsciencia) volverá con discreción a las instituciones superando el trauma de una ilegalización, conseguida tras años de lucha cívica y judicial y bendecida por el Tribunal Europeo de Estrasburgo, que amenazaba con liquidarles definitivamente.
¿Y el PP, se dirán ustedes y me digo yo? Pues a lo suyo, que sin coincidir exactamente con los planes socialistas en la materia no se ve muy estorbado por éstos. Lo que interesa a las huestes de don Mariano es cambiar de caballo parlamentario en Vitoria: pasar de la incómoda y poco productiva asociación con el PSE del muy torpe e ingrato Patxi López a una de peso y proyección con el PNV de Urkullu. Primero, porque no está nada claro que el PP consiga mayoría absoluta el 2012 y puede necesitar los votos de oro del nacionalismo vasco. Segundo, porque amortizado (con escarnio) el tándem Jaime Mayor Oreja-María San Gil, el nuevo PP de Basagoiti y sus chicos está mucho más a gusto jugando el papel de partido foralista que defiende más que nadie el Concierto Económico y cualquier hecho diferencial vasco, cuanto más rancio mejor. Un par de indicios: hace poco, su portavoz parlamentario mandó a Gorka Maneiro, en sede parlamentaria vasca, a “marcharse a Madrid para atacar el derecho de los vascos al Concierto y el Cupo”. Otro: nadie ha oído todavía a Basagoiti o Rajoy criticar el fondo del acuerdo presupuestario de Zapatero con el PNV sabiendo, pues no puede ser de otra manera, que Rubalcaba habrá cerrado con Urkullu acuerdos sobre cualquier cosa menos las partidas presupuestarias.
Pues así están las cosas. ¿Y ETA, qué hará? Lo que sabe y lo que es: tratar de matar para condicionar la política mediante atentados, extorsión y amenazas. Que ahora condicione poco por la presión policial y su propia descomposición no significa que no pueda reanimarse de nuevo gracias a las expectativas abiertas por la revalidación del terrorismo implícita en la tolerancia de su “proyecto político” a través de Batasuna.
¿Qué todo esto es un disparate político y una inmoralidad pública? Pues desde luego, pero uno de los varios a los que vamos a asistir en este fin de sistema o régimen en el que va a convertirse la suma de crisis económica y de crisis política del sistema constitucional: la tormenta perfecta.
¿Qué pretende el PSOE? ¿Qué busca persistiendo en estas negociaciones de paz?.
Yo no creo que ni Jesús Egiguren, ni Ramón Jáuregi, ni Zapatero, ni Rubalcaba, ni nadie del PSOE o del PSE crean que ETA vaya a dejar las armas.
Por otra parte, ya existe desde hace tiempo una izquierda abertxale que condena el terrorismo y está legalizada como partido, y se llama Aralar. Si todos los miembros de Batasuna y sus votantes no se han pasado todavía en masa a Aralar es porque no quieren romper sus vínculos con ETA.
En términos estrictamente electoralistas, el mayor beneficiario de la ilegalización de Batasuna y su expulsión de los ayuntamientos, diputaciones y parlamentos son el PNV y EA, ya que una parte muy sustancial de los votos abertxales irán a para a ellos. Necesitan esos votos para ganar las próximas elecciones autonómicas y recuperar el gobierno vasco. Y seguramente también en numerosos ayuntamientos.
Si no ilegalizan a Batasuna, PNV y EA siempre pueden pactar con los Batasuna (de hecho ya lo han hecho más de una vez). Pero es una situación políticamente más incómoda que haber recibido ellos directamente esos votos. Principalmente porque no dependerían de pactos ni chantajes con otro partido político. Y también porque se hace más evidente su falta de escrúpulos para pactar con el brazo político de los asesinos.
Pero para lograr esos votos, PNV y EA necesitan decir públicamente lo contrario de lo que piensan. Solo si defienden que están en contra de la ilegalización de Batasuna y su expulsión de las instituciones, pueden conseguir que los votantes de Batasuna les voten.
En el extremo opuesto se encuentran el PSE y en menor medida el PP. Una Batasuna legal robaría botos al PNV-EA. Y esto es conveniente para mejorar los resultados electorales del PSE en numerosos ayuntamientos. Creo que esta es la principal motivación de los socialistas vascos para simular una falsa negociación con ETA.
En cuanto al PSOE, sus perspectivas electorales son nefastas debido a la crisis económica y a la deplorable política del gobierno de Zapatero. Podrían perder numerosos ayuntamientos, e incluso todas las comunidades autónomas donde gobiernan. En esta situación, creen que si en la campaña electoral se habla más de la negociación con ETA que de la economía pueden ganar más votos de los que pierden. Probablemente porque pensarán que los ciudadanos que se oponen a la negociación con ETA son mayoritariamente votantes del PP y de UPyD que muy difilmente votarán al PSOE, y más en la actual situación.
Es muy probable que el PSOE trate de estirar la supuesta negociación con ETA hasta después de las elecciones generales. O incluso hasta las elecciones al parlamento vasco.
Esta tregua táctica se romperá probablemente cunado ETA-Batasuna crean que no les es necesaria o favorable. Posiblemente con otro atentando como el de la T-4 que pille al PSOE con el pie cambiado. En el PSOE cuentan con ello, pero esperan haber sacado hasta entonces un buen provecho electoral de la falsa negociación.
Entonces volveremos a oír, una vez más, un cambio radical de discurso en el PSOE. Hablarán nuevamente de los éxitos antiterrosistas, de que ETA está más débil que nunca (lo cual será falso porque estará en los ayuntamientos y las instituciones vascas aunque se pudiera haber evitado fácilmente)…
Y todo ello sin reconocer el más mínimo error en sus anteriores actuaciones. Como ocurre cada vez que Zapatero cambia radicalmente su política, de forma errática y sin visión de futuro.
Debe de tratarse de un error o una errata. Hasta donde yo entiendo, el PNV arrasa electoralmente en Vizcaya y particularmente en las ciudades grandes como Bilbao, y no en Guipúzcoa. Y Batasuna obtiene la mayor parte de su apoyo social y sus votos en los pueblos y ciudades guipuzcoanos, particularmente en las afueras de San Sebastián (Rentería, Pasajes, Fuenterrabía…).
Es cierto que el PSOE obtiene muchos votos en Guipúzcoa, y particularmente en San Sebastián. Y que Batasuna tiene cierta importancia en el medio rural en general, y en el norte de Navarra.
Pero de eso no se pude concluir que los proetarras y/o los votantes de Batasuna, vayan a votar antes a un partido español (extranjero para ellos) como el PSE-PSOE, antes que a un partido vasco e independentista como el PNV o EA. Por mucho que se trate de ciudadanos guipuzcoanos o de navarros, y no de vizcaínos.
Por otra parte, el resultado electoral del PNV en la provincia de Guipúzcoa (donde se concentran Batasuna y los proetarras) es bastante bueno.
Sería posible que el PSOE estuviera pensando en un pacto de gobierno PSE-Batasuna para el país vasco. Sin embargo, creo que esta hipótesis tiene dos puntos débiles:
1.- La experiencia muestra que el bloque PNV+EA ha ganado siempre al PSOE+PP cuando Batasuna ha podido concurrir a las elecciones. El resultado electoral actual del parlamento vasco (mayoría absoluta PP+PSOE) sólo ha sido posible al no poder presentarse Batasuna a las elecciones. Y el gran perjudicado por ello es el PNV.
2.- Ese pacto PSE+Batasuna requeriría que ETA dejara las armas. O que Batasuna se desligara de ETA. Como expongo, no creo que ninguna de las dos cosas sea creíble ni posible. Aunque el PSE, el PSOE y el gobierno traten de convencernos una vez más de lo contrario, creo que se trata de una vil estratageia electoral del PSE-PSOE de cara a estas elecciones.
Quiero decir que aunque es cierto que el PNV es más fuerte en Vizcaya que en Guipuzcoa,, el PNV ha sacado siempre muy buenos resultado electorales también en Guipúzcoa, donde ha sido frecuentemente el partido más votado, por delante del PSE-PSOE.y que Batasuna.
Álava sí es otro cantar, ya que el PNV no suele obtener allí resultados tan buenos como en Vizcaya y Guipúzcoa. Pero allí tampoco Batasuna consigue buenos resultados. Allí la lucha es más bien entre PP y PSOE (y esperemos que también UPyD).
Por tanto, es falso que en Guipúzcoa (donde se concentra el voto de Batasuna) el PNV y EA no compitan por esos votos.
De este modo, nada más lejos de la realidad que sostener que el PNV no se beneficiaría de la ilegalización de Batasuna.
Los últimos comentarios de Iñigo Urkullu en el sentido de que es «más que probable» que ETA quiera seguir con la violencia no son más que tratar de poner palos en las ruedas en el proceso de paz de Zapatero.
El deleznable acercamiento de EA hacia ETA y Batasuna, tiene el único objetivo de hacerse con los votos pro-etarras si Batasuna es ilagalizada.
Existen numerosos indicios, como estos, de que tanto el PNV como EA realmente desean que Batasuna sea ilegalizada. Porque que saben que si esto sucede, se verían mucho más favorecidos por los votos pro-etarras que el PSE.
Es posible que los socialistas hayan previsto ambos escenarios: tanto que ETA deje las armas como que no lo haga. Y que crean salir ganando en ambas situaciones. Si ETA deja las armas, pactando con Batasuna para formar gobierno. Y si no las deja, al no ilegalizar Batasuna antes de las elecciones, habrán evitado que esos votos y esos representantes en las instituciones recaigan en el PNV y en EA.
Sería una jugada maestra, al menos teóricamente y según sus previsiones. Una jugada en la que el PSE-PSOE saldría ganando tanto si el proceso de paz es un éxito como si es un fracaso.
Pero, como expongo, no creo que ni los mismos socielistas cuenten mucho con que el proceso de paz pueda funcionar esta vez. Sino que se trata más bien de lograr cierto arrepentimiento aparente, que aunque sea escaso y nada creíble, sirva para legalizarlos antes de las elecciones.
Después de las elecciones, es de esperar que ETA vuelva a cometer atentados. Los socialistas tendrán que declarar otra vez el proceso de paz como fracasado, y no podrán pactar con Batasuna. Entonces no será de extrañar que el gobierno sí que aplique las leyes y haga las reformas legales que hasta ahora no ha querido hacer, para retirar el acta a los concejales de Batasuna. De este modo, habrán evitado que esos votos y esos concejales recaigan en el PNV.
El panorama actual es un escenario de triunfo y muy probable pacto del PP y el PNV, tanto en el País Vasco como en España. El PSE-PSOE lucha contra eso. Este proceso de paz no es más que una pantomima. No es más que una tregua entre Batusana y el PSOE para lograr ambos sus objetivos electorales.
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http://www.diariovasco.com/v/20101102/politica/urkullu-cree-probable-quiera-20101102.html
-Y todo ésto de ETA, PNV, Psoe y PP no es lo mismo de siempre.
-Ahora que lo dices pues si, a nadie le importa ni la paz ni la economia ni la justicia, todo se basa en votos y poder a cualquier precio.
-Y cada vez mas desunidos y menos eficaces para poder resolver los problemas.
-Ya ves amigo, menos mal que se creo UPyD para poder decirlo.
-Y que lo digas.